En un viaje a Florencia, habrá dos palacios que no faltarán en vuestro itinerario: Palazzo Vecchio y Palacio Pitti. Dos lugares unidos por muchas cosas, entre ellas los Medici. Pero unidos también… literalmente. Un pasadizo llamado Corredor Vasariano conecta ambos palacios, los más importantes de Florencia. El Corredor Vasariano cumplió una función clave en el devenir de la historia de Florencia. Todavía hoy es un protagonista de la ciudad, pues forma parte de la Galería Uffizi. Museo desde el que se puede visitar este Corredor Vasariano, uno de los lugares especiales de Florencia.
Historia del Corredor Vasariano
Su nombre se debe a su arquitecto, Giorgio Vasari, uno de los grandes artistas del Renacimiento.
Cosimo I, líder de la familia Medici y gran duque de Florencia, ordenó a Vasari la construcción de un pasadizo que uniera Palacio Pitti con el Palazzo Vecchio. Los Medici se habían mudado del segundo al primero, pero las cuestiones del gobierno de Florencia se seguían manejando desde el Palazzo Vecchio.
Esto implicaba que Cosimo I y su familia debían desplazarse por las calles de Florencia para llegar. Por miedo a un atentado contra su vida, pensó en esta forma de moverse por la ciudad sin mezclarse con el pueblo.
El encargo llegó a Vasari en 1565 y el magistral arquitecto finalizó el trabajo en 5 meses. El corredor era así una unión directa de los palacios. Atravesando la ciudad y el río, pues parte de su recorrido pasa sobre el Ponte Vecchio. Vasari incluso dejó durante su Corredor Vasariano una especie de mirador a la iglesia de Santa Felicita para que la familia Medici pudiese acudir a misa sin tener contacto con la gente de a pie.
Curiosidades y legado
Esto creó un rechazo de los habitantes de Florencia hacia sus gobernantes, pues era claramente un gesto de rechazo a la cercanía con el pueblo. Aunque también de miedo… y superioridad. Además de un enorme poder y menos peligro, ahora los Medici tenían un modo seguro de espiar a los florentinos (incluyendo posibles enemigos) desde un lugar privilegiado.
Años más tarde, un heredero de Cosimo I, Fernando I, tomaría otra decisión en relación al Corredor Vasariano que cambiaría también la ciudad. Tanto que su acto modela el comercio, la tradición y el turismo de Florencia tal y como los conocemos hoy.
Fernando I utilizaba, como todos los Medici, el Corredor Vasariano para llegar de un palacio a otro. En el Ponte Vecchio, en aquella época, se asentaban los carniceros de la ciudad con sus negocios.
A Fernando I le molestaba el fuerte olor que tenía el Corredor Vasariano en esa etapa debido a los negocios cárnicos del Ponte Vecchio. Por lo que los echó de allí e hizo que se instalasen los joyeros de la ciudad en el famoso puente. Desde ese momento hasta nuestros días, los joyeros tienen en el Ponte Vecchio su lugar en Florencia.
Qué ver en el Corredor Vasariano
El Corredor Vasariano ha sido restaurado en numerosas ocasiones. Hoy en día es una galería de arte con una gran cantidad de obras (sobre todo retratos y autorretratos) a lo largo de su recorrido. Una de sus obras más destacadas es el Autorretrato de Rafael. Aunque su historia, el poder pisar este pasaje secreto y sus obras de arte son un enorme atractivo, uno de los mejores motivos para visitar el Corredor Vasariano es el de poder disfrutar de sus envidiables vistas de la ciudad.
Pues el Corredor Vasariano pasa por la Galería Uffizi, el Ponte Vecchio, el Palacio Pitti y los Jardines Boboli entre otros monumentos de Florencia.
Corredor Vasariano: una visita exclusiva y especial
El Corredor Vasariano no está abierto al público para visitarlo libremente. Se puede acceder al corredor únicamente en contadas ocasiones y formando parte de visitas organizadas. Sabiendo su historia y los personajes que lo han utilizado, en nuestra opinión es uno de los lugares más especiales de Florencia y merece sin duda una visita. Estar entre sus muros da una sensación de estar viviendo historia y además es una forma única de ver algunos de los atractivos de Florencia desde un punto de vista privilegiado.
Para organizar una visita del Corredor Vasariano, escríbenos y descubre con nosotros esta maravilla de Florencia.