Lorenzo de Medici, conocido como el Magnífico, es el personaje más destacado de la familia Medici, que gobernó Florencia durante sus años más gloriosos. Lorenzo mostró su enorme carisma desde muy temprana edad. Su abuelo Cosimo el Viejo fue el impulsor de los Medici en Florencia. Con la temprana muerte de su padre, Lorenzo el Magnífico asumió el poder de una creciente Florencia y de una familia Medici con crecientes envidias. Amante del arte, líder respetado, querido por el pueblo, Lorenzo de Medici consiguió ganarse a pulso su nombre en sólo 43 años de vida.
Arte y carisma desde la cuna
Gracias a la influencia de su madre, gran amante de la cultura, el placer de Lorenzo por las artes comenzó muy pronto. Al igual que su interés por la política, de la que ya era parte activa a los 17 años. Un joven Lorenzo se hacía ver con continuidad en las reuniones de Palazzo Vecchio, el la Plaza della Signoria, donde su padre gobernaba Florencia.
Con sólo 20 años, Lorenzo el Magnífico se vio al frente de la ciudad que vivía un enorme crecimiento en todos los sentidos. Lorenzo asumió el rol con una carisma impropia para su edad, decidido a hacer de Florencia el centro cultural de Italia y una potencia económica. Conseguiría ambas con un éxito rotundo.
El Magnífico llevó el mecenazgo a un nivel no visto antes, con un ojo inigualable para detectar talento. Lorenzo contrató y puso bajo su protección a algunos de los grandes artistas de la historia como Botticelli, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Pero no lo hizo sólo para su disfrute sino para el crecimiento de Florencia, ya que muchos de sus encargos fueron para embellecer la ciudad.
La Florencia de Lorenzo el Magnífico: arte y poder
Sin embargo, la inteligencia de Lorenzo de Medici lo llevó a pensar un paso por delante al resto. Con su política de mecenazgo, intentó y consiguió que Florencia se ganase un interés especial en Italia en la mente de los artistas, que acudían aquí en busca de trabajo y crecimiento por las oportunidades y la presencia de otros creadores.
Con ello, el líder de los Medici se ganó también el respeto y cariño del pueblo, que sentía orgullo de ver cómo su ciudad crecía en belleza e importancia. Siendo la cuna del arte.
Uno de los mayores proyectos de Lorenzo el Magnífico para esta causa fue la creación del jardín de San Marcos, una academia y museo abierta a todo artista que desease estudiar y potenciar su arte. Lugar al que acudió un joven Miguel Ángel, donde Lorenzo lo conoció y tomó bajo su protección.
La imagen de Florencia crecía y, con ella, la fama y poder de los Medici que se establecían en el poder. Algunas familias poderosas, ya reticentes al poder de los Medici antes de la llegada de Lorenzo, movieron ficha para eliminarlo a él y a su hermano en la llamada ‘Conjura de los Pazzi’, en la que murió el hermano de Lorenzo y él se salvó. Este hecho marcó la vida del líder de los Medici, que eliminó a los responsables y a sus allegados.
Lorenzo de Medici: Magnífico hasta la muerte
Lorenzo de Medici se mantuvo en el poder hasta su muerte, desafiando incluso al mismo Papa y saliendo indemne. Antes de su muerte consiguió hacer cardinal a uno de sus hijos, que años más tarde se convertiría en el papa Leon X, dando un poder enorme a la familia.
El Magnífico dejó un legado artístico él mismo, algo que suele pasarse por alto al hablar de su persona y que describe muy bien el lado cultural que tanto lo distinguía. Lorenzo no sólo compraba y encargaba arte, él era un apasionado escritor de poesía, de la cual dejó varias obras.
El título de ‘magnífico’ estaba reservado a los líderes políticos que llevaran un cierto número de años en el poder y podía ser sólo otorgado cuando superaran los 45 años, demostrando su experiencia. Lorenzo nunca alcanzó hasta los 45 pero la historia y su labor por Florencia y por el arte le han coronado con el nombre de Magnífico.