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La Venus de  Medici es una de las obras más especiales que se conservan en la Galería Uffizi, en Florencia. No sólo por el valor estético y técnico de la estatua. Además, se trata de todo un tesoro del mundo del arte, pues es una escultura original griega. De hecho, es la única de estas características que tienen los Uffizi. Si esta rareza fuera poco, la Venus de Medici tiene autor conocido. Algo todavía más raro en una antigua estatua griega. En su base, firma Kleomenes hijo de Apollodoros, un artista heleno de Ática. Lo que nos permite fechar la obra entre los siglos II y I a.C.

El baño de una diosa

La Venus de Medici está realizada en mármol, con una altura de 153 centímetros. Kleomenes representó a la diosa en una postura clásica de la misma. Venus saliendo de darse un baño y, desnuda y viéndose observada, intenta cubrirse con sus brazos inclinándose ligeramente hacia adelante.

Fueron muchas las ocasiones en las que la Venus de Medici debió de presenciar esa misma escena que representa. Pues fue encontrada en el siglo XVI en Roma, en las termas de Trajano. Casi con toda seguridad, habría formado parte de la decoración de las termas.

Descubierta en Roma, comprada por los Medici

En Roma pronto se encontró lugar a la estatua al ser descubierta. Pero, en cuanto supo de su existencia, Francesco I de Medici la compró. Entonces, la traslada a su villa romana, Villa Medici, en la zona del Pincio de la ciudad eterna.

La Venus volvía a la vida de su entierro y ya era propiedad de alguien, de los Medici. Era ya la Venus de Medici.

En Roma pasó un siglo hasta que en el 1677 fue trasladada a Florencia, a la Galería Uffizi. Sin embargo, aun volvería a moverse antes de quedarse definitivamente a Florencia.

Napoleón y la Venus de Medici

Fue en los Uffizi donde Napoleón vio por primera vez a la Venus de Medici. El general francés había llegado a Italia en una visita amistosa. El gran duque de Florencia lo recibió pacíficamente y le enseñó las bellezas de Florencia y las genialidades de sus grandes artistas. En su visita a los Uffizi, Napoleón se quedó prendado de la Venus de Medici.

Se dice que, bromeando, le dijo al gran duque que les aconsejaba no entrar en guerra con Francia o, de lo contrario, vendría hasta Florencia y se llevaría la Venus a París.

Unos años después, en el 1802, Napoleón cumplió su palabra y la Venus se trasladó a París.

venus de medici

La Venus de Medici: única

Ante la grave pérdida que los Uffizi sufrieron con la escultura, intentaron sustituirla con una nueva. Y para ello no contrataron a cualquiera, sino a Antonio Canova, uno de los mejores escultores de todos los tiempos.

Canova esculpió una Venus preciosa, llamada Venus Itálica, que ocupó el lugar de la Venus de Medici en los Uffizi.

Aunque esto no significaba que Florencia renunciara a su Venus de Medici y, en 1816 consigue recuperar la escultura y devolverla a los Uffizi. Ahora sí de forma definitiva hasta hoy.

La Venus Itálica, obra de Canova, fue trasladada al Palacio Pitti, donde actualmente permanece expuesta.

Los franceses, al igual que Florencia al perder a la Venus, hicieron algo parecido y buscaron una sustituta. Justo esos años fue descubierta en las Cícladas griegas la Venus de Milo. Los franceses se apresuraron a su compra y la colocaron en el Louvre, en lugar de la Venus de Medici.

Francia promovió un movimiento de marketing enorme entorno a la Venus de Milo, convirtiéndola en símbolo del Louvre e incluso de París. Una Venus que, aunque obra maestra, es la ‘’sustituta’’ de la Venus de Medici.

Colores en la escultura

Originalmente, como todas las estatuas antiguas, la Venus de Medici estaba decorada con colores. Gracias a trabajos de mantenimiento recientes se han descubierto restos de pigmentos que nos aportan información sobre estos.

En los cabellos se han encontrado restos de color dorado, por lo que el cabello de la Venus habría sido de color oro. Restos de cinabro en los labios nos indican su inicial color rojo. Y, finalmente, en la base se han encontrado restos de cromas de lapislázuli egipcio.

Cómo visitar la Venus de Medici

La Venus de Medici se encuentra en Florencia, en la Galería Uffizi. Concretamente, en la magnífica Tribuna de Buontalenti.

Por tanto, para visitar la escultura debemos visitar la galería, uno de los mejores museos de Florencia.

Actualmente, el horario de visita es el siguiente:

  • De miércoles a viernes: 14:00 – 18:30.
  • Sábado y domingo: 09:00 – 18:30.

El precio de la entrada es de 20€, 2€ para los ciudadanos europeos entre los 18-25 años y gratis para los menores de edad.

La mejor opción para conocer la Venus de Medici es hacerlo durante un tour a la Galería Uffizi y disfrutar de la belleza del museo. No te lo pierdas y reserva ya nuestro tour por la Galería Uffizi.

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