La Via de’ Bardi en Florencia ha visto pasar de todo. Desde romanos que llegaban a la entonces Florentia procedentes de la Ciudad Eterna durante su esplendoroso imperio, hasta soldados de Hitler, pasando por los Medici. Es seguramente la calle más antigua de Florencia, uno de sus lugares más especiales que hoy nos cuenta sus innumerables anécdotas entre antiguos palacios y modernos comercios.
De la Via Cassia a la Via de’ Bardi
Florencia, pese a su gloriosa fama como ciudad renacentista, fue fundada por los romanos. Éstos la utilizaron como una importante conexión con el norte de Italia y campamento militar. Para agilizar los movimientos a Roma desde Florencia y viceversa, los antiguos romanos construyeron la Via Cassia. Hoy, más de dos mil años después, esa Via Cassia ha derivado en la Via de’ Bardi. De la primitiva calzada romana quedan solo las bases y el trazado. De todas maneras, pasear por la Via de’ Bardi pensando que estamos caminando sobre la misma calle que un día, miles de años atrás, pisaban soldados y ciudadanos del imperio romano, es de lo más emocionante.
El imperio romano caería, pero no la Via de’ Bardi. En la época dorada de Florencia, incluso antes, la calle tomó un papel importante en la ciudad, aunque pasando a un aspecto residencial. Durante la la edad media, a orillas del río Arno, los lugares por donde transcurre esta calle tan especial, ya comenzaban a formar una zona bastante frecuentada por los florentinos en la vida cotidiana.
Antigua Roma, Renacimiento y 2ª Guerra Mundial: todo en una calle
Con la mudanza de los Medici al barrio de Oltrarno, esta zona tuvo un crecimiento muy grande y muchas familias comenzaron a escoger la Via de’ Bardi para situar sus palacios.
Entonces, un problema grave apareció de la nada. Los derrumbamientos de casas y palacios en la calle se convirtieron en algo frecuente. El terreno, debido a la cercanía al río, era bastante débil. Las casas populares no creaban tanto ruido en las altas esferas cuando caían. Pero, cuando esto afectó a las familias poderosas, los Medici escucharon las quejas. De hecho, Cosimo I llegó a prohibir la construcción en la calle.
Y fue cuando llegaron los Bardi, una poderosa familia de banqueros que compró la mayoría de palacios de la calle. No la poseían… pero casi. Y así se acabó ganando su nombre esta Via de’ Bardi.
Como curiosidad, los últimos derrumbamientos de la calle no serían por el río sino por la Alemania nazi. En el 1944, cuando las tropas de Hitler huían de los aliados por las calles de Florencia, la Via de’ Bardi saludó a los perdedores, que en su huida causaron explosiones por la vía destruyendo gran parte a su paso. Los florentinos la reconstruyeron de forma inmediata recuperando esta parte histórica de la ciudad.
Qué ver en la Via de’ Bardi
De todos estos años, hoy nos quedan algunos resquicios del rico pasado de la Via de’ Bardi. El Palazzo Capponi da Uzzano es uno de ellos. Fruto del Renacimiento y que casualmente no llegó a manos de los Bardi. Según algunas fuentes, aunque no se tiene certeza, se asocia a Donatello como su arquitecto.
El otro gran palacio de la calle es el Palazzo Canigiani, obra de otro gran artista del Renacimiento como Michelozzo.
Desde la Via de’ Bardi podemos conectarnos a la Carretera de la Colinas, otro lugar especial de Florencia que recorre sus colinas hasta el Piazzale Michelangelo.
Historia que se junta con la Florencia moderna, con sus comercios, cafeterías y hoteles actuales que pueblan la calle, viviendo su presente y admirando su pasado. En el 2018 la Via de’ Bardi fue completamente reformada para arreglar los problemas de circulación de agua, inundaciones y de transporte en Florencia. Pero siempre respetando sus partes históricas y su legado.