Rafael Sanzio: obras del gran maestro

Rafael Sanzio: obras en Florencia

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Rafael Sanzio con sus obras ha marcado de forma indeleble la historia del arte renacentista. En tu viaje a la cuna del Renacimiento no puedes perderte los lugares y, sobretodo, las obras de Rafael.

Raffaello (Rafael) es uno de los personajes más idolatrados, estudiados y admirados de la historia. Incluso lo fue durante su vida, pues Raffaello se ganó el respeto y cientos de encargos a una edad muy temprana gracias a su enorme talento. El genio Raffaello, uno de los maestro de la pintura, vivió en Florencia durante los años dorados del Renacimiento, donde coincidió con otros grandes artistas como Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Gracias a su talento, con sólo 25 años el Papa Julio II decidió comisionarle la decoración de sus habitaciones en el Vaticano. ¿El resultado? Las famosas estancias de Rafael. Este encargo consagrará definitivamente el divino Rafael.

Pese a su breve estancia en la ciudad, son muchos los lugares y obras de Raffaello en Florencia, donde el pintor de Urbino dejó su imborrable huella. ¡Vamos a conocerlos!

Palacio Pitti

Raffaello, durante sus años en Florencia, tuvo infinidad de encargos de pinturas, todo personaje pudiente quería un retrato, una virgen o alguna representación de la mano del joven pintor del que todos hablaban. Esas pinturas se encuentran hoy diseminadas en salas de museos de todo el mundo, desde New York a Roma pasando por supuesto por Florencia. En el Palacio Pitti, una sección del histórico palacio alberga el museo llamado Galería Palatina. Aquí se conservan algunas obras de Rafael, entre las que destacan ‘La Virgen del granduque’, ‘La Virgen del baldaquino’ y el ‘Retrato de Agnolo Doni’.

Rafael Sanzio: obras en Florencia
Sala de Saturno en Palacio Pitti

Rafael Sanzio: obras en la Galería Uffizi

Otro de los museos de Florencia que tiene el honor de conservar obras de Raffaello es a la vez uno de los más importantes del mundo: la Galería Uffizi. En él encontramos obras tan destacadas como la ‘Virgen del Jilguero’, considerada como una de las obras maestras de Rafael. Y no es la única, en la Galería Uffizi se conserva también el famosísimo ‘Retrato de Julio II’, el retrato que el papa Julio II encargó a Raffaello. Y estos son solo dos, en la Galería Uffizi se pueden disfrutar de muchas más obras del maestro. Por ejemplo, sin irnos más lejos, los legendarios retratos de los Doni.

Corredor Vasariano

El Corredor Vasariano es uno de los lugares especiales de Florencia. Y también uno de los lugares que conserva una de las obras de Raffaello más reproducidas. Nacido como un pasadizo secreto para uso de los Medici, el Corredor Vasariano acabó siendo un museo (parte del corredor), que pertenece a los Uffizi. Justo en esta parte se expone uno de los cuadros más conocidos y estudiados de Rafael, su famoso autorretrato.

Los lugares especiales de Rafael Sanzio en Florencia

-Basílica de San Lorenzo

En la Basílica de San Lorenzo tenemos un precioso rincón de Florencia y también una curiosa historia sobre la vida de Rafael en Florencia. Pues los Medici querían reformar la fachada de la basílica que, entre otras cosas, sería la que alojaría sus Capillas de los Medici, otro tesoro de Florencia. Para ello, sacaron un concurso en el que Raffaello luchó con Miguel Ángel por adjudicarse el trabajo. Fue Miguel Ángel el que se ganaría el encargo y, sin embargo, la fachada no fue realizada después de todo.

-Rafael en Palazzo Vecchio

En el Palazzo Vecchio también nos encontramos con la estela del joven Rafael recién llegado a Florencia. Ya se había ganado una enorme fama en su Urbino natal y en toda la provincia. El Renacimiento tenía su centro en Florencia, donde vivían sus grandes figuras y Rafael decide mudarse para empaparse de los mejores y seguir creciendo como artista. A su llegada, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel estaban trabajando en la decoración del Salón de los Quinientos. Una sala del palacio en la que cada uno decoraría una pared, una frente a la otra. Rafael acudiría allí a ver a estos dos genios trabajar. ¡Imaginaros qué momento!

-Basílica di Santo Spirito

La Basílica di Santo Spirito en Florencia es una iglesia preciosa, sobre todo en su espectacular interior. Impresiona saber que, en algún momento, lo fue todavía más. Pues la pintura de ‘La Virgen del baldaquino’ de Rafael fue pintada para decorarlo. Sería en años más contemporáneos cuando se trasladó el cuadro al Palacio Pitti para ser conservado en el museo.

Rafael Sanzio y sus obras arquitectónicas: Palazzo Pandolfini

Rafael era un artista completo. De hecho, durante sus años en Roma, teniendo como encargo el de ‘conservador de antigüedades, llegó incluso a realizar estudios para restaurar los monumentos del antiguo imperio, muchos de ellos en ruinas. Rafael estaba también muy interesado en la arquitectura, con la que también trabajó nada más y nada menos como encargado de la construcción de la nueva basílica de San Pedro. Sin embargo, su faceta más conocida sea la de pintor.

En Florencia, cerca del museo de San Marco, tenemos un edificio realizado por Raffaello. Una gran obra de Raffaello arquitecto. Se trata del Palazzo Pandolfini.

Las obras de Rafael Sanzio en su etapa romana

Con solo 25 años Raffaello se mudó a Roma: el papa Julio II decidió encargarle la realización y decoración de sus habitaciones privadas en el Palacio Apostólico de Roma.

Durante 12 años Rafael se dedicó a la realización de su obra más imponente y majestuosa bajo el mecenazgo de los papas de la época, Julio II y León X. Tanto era el respeto y la admiración del papa Leone X, qué decidió nombrar el jóven Raffaello «inspector de antiguedades»: el primero en la historia de Roma.

Las estancias de Rafael están compuestas por cuatro habitaciones: la Estancia del Sello, la Estancia de Helidoro, la Estancia del Incendio de Borgo y la Estancia de Costantino. Lamentablemente el «Divino» no pudo ver concluida su ópera máxima: murió con sólo 37 años. Sus discípulos y ayudantes acabaron el proyecto de decoración cuatro años después de su muerte.

Rafael Sanzio obras
«Escuela de Atenas» en la Estancia del Sello

En su etapa romana Rafael se dedicó principalmente a obras de arte religioso. «El Profeta Isaias» en la Basílica de Sant’Agostino, el fresco de las «Sibilas y Ángeles» en la Basílica de Santa Maria della Pace, pero sobretodo «La Transfiguración» son tres maravillosos ejemplos del trabajo del artista. Esta última pintura, conservada en los Museos Vaticanos, está considerada como la última obra y una de las más bellas y «divinas» del artista. La transfiguración fue colocada en el lecho de muerte de Rafael y lo acompañó hacia el eterno reposo.

Rafael Sanzio fue enterrado en el Panteón de Roma y hoy en día podemos seguir leyendo el epitafio en látin a él dedicado: «Aquí yace Rafaelpor el que en vida temió ser vencida la naturaleza, y al morir éltemió morir ella

Rafael Sanzio: características artísticas

Las características artísticas y pictóricas de Rafael Sanzio hacen de este artista uno de los mayores exponentes del Renacimiento italiano. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, Raffaello forma parte del trípticos de grande maestros que han cambiado la historia y la evolución del arte.

En las obras de Rafael el equilibrio entre las ideas humanistas de la época y la moral cristiana es perfecto. Este punto de unión hizo de Rafael el artista favorito de los Papas, quienes decidieron no sólo comisionarle proyectos del cálibre de las Estancias de Rafael, sino también otorgarle el título de inspector de antiguedades.

A lo largo de su vida las características artísticas de su estilo se han visto afectadas por muchas influencias importantes. En su edad juvenil Rafael trabajó en el taller del gran pintor Perugino, absorbiendo el clasicismo y la armonia de su mentor, pero nunca su estilo rígido. Tras admirar la labor de Miguel Ángel y Leonardo, Rafael Sanzio donó a sus personajes una mayor expresividad, pero sin alcanzar la emotividad que caracteriza los otros dos maestros.

Fue en su etapa romana cuando el artista definió totalmente su estilo y alcanzó la fama que aún hoy conserva. Sus obras de este periodo transmiten paz y serenidad y los protagonistas de sus pinturas risultan anatomicamente perfectos y emotivamente humanos.

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